viernes, 29 de agosto de 2014

No guardes nada para una ocasión especial: cada día que vives es una ocasión especial.





Un amigo abrió el cajón de la cómoda de su esposa y sacó un pequeño paquete envuelto en papel de seda que decía: 

“Esto no es un simple paquete, es preciosa lencería”.
Tiró el papel que lo envolvía y observó la exquisita seda y el encaje. Ella lo había comprado hace 9 años en un viaje especial que realizaron juntos. Nunca llegó a usar la lencería.
Lo estaba guardando para una “ocasión especial”.
“Bueno” –pensó– “entonces, creo que esta es la ocasión”. Se acercó a la cama y colocó la prenda junto con las demás ropas que iba a llevar a la funeraria. Su esposa acababa de morir. Y volviéndose hacia mí, me dijo: “No guardes nada para una ocasión especial: cada día que vives es una ocasión especial”.

Y hoy en día sigo pensando en esas palabras:
han cambiado mi vida.


  • Ahora leo más y limpio menos.
  • Ahora me siento en la terraza y admiro la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín.
  • Paso más tiempo con mi familia y amigos y menos tiempo en el trabajo. 
  • Quiero experiencias para disfrutar, no para sobrevivir. 
  • Ya no guardo nada. Uso mis copas de cristal todos los días.
  • Me pongo mi abrigo nuevo para ir al supermercado, si así lo decido y me da la gana.
  • Ya no guardo mi mejor perfume para las fiestas especiales, lo uso cada vez que me apetece hacerlo.

Las frases “algún día…” y “uno de estos días”,

están desapareciendo de mi vocabulario.
Si vale la pena verlo,
escucharlo o hacerlo,
quiero verlo, escucharlo o hacerlo ahora.


No estoy seguro de lo que habría hecho la esposa de mi amigo si hubiera sabido que no estaría aquí para el mañana que todos tomamos tan a la ligera. Creo que hubiera llamado a sus familiares y amigos cercanos. Quien sabe, a lo mejor, hubiera llamado a algunos antiguos amigos para disculparse y hacer las paces por posibles enojos del pasado. Me gusta pensar que hubiera ido a comer comida china, su favorita.
Son esas cosas dejadas sin hacer, las que me harían enojar si supiera que mis horas están limitadas. Enojado porque dejé de ver a buenos amigos con quienes me iba a poner en contacto “algún día”… Enojado porque no escribí ciertas cartas que pensaba escribir “uno de estos días”. Enojado y triste porque no les dije a mis hermanos y a mis hijos con suficiente frecuencia, cuánto los amo.
Ahora trato de no retardar, detener o guardar nada que pudiera aportar risa y alegría a nuestras vidas.
Y cada mañana me digo a mí mismo que este día es especial, cada hora, cada minuto… es especial, único e irrepetible.
Si recibiste esto, es porque alguien te quiere y quiso compartirlo contigo. No guardes esta reflexión para el día de mañana. Ahora mismo es un buen momento para compartirlo con tus amigos y familiares. El momento es ahora, no mañana. Ahora es mejor que "uno de estos días" para compartir la alegría y motivación de disfrutar de la vida, que ese "uno de estos días" está muy lejano o puede no llegar nunca...

© 2009, Autor: Shoshan.

jueves, 7 de agosto de 2014

¿De qué te preocupas? ¿Por qué lloras?
¿Por qué motivo no te sientes libre?

¡Despéinate y vive feliz!

La vida está para vivirla en plenitud, para disfrutarla de corazón. No te encierres en tus sufrimientos, no vivas la vida enfocándote en el dolor y lo negativo. La vida es y será como tú la quieras, ¡disfrútalo, vive con
alegría en tu corazón!

“Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad. Lo rico engorda, lo bonito sale caro, el sol que ilumina tu rostro arruga y lo realmente bueno de esta vida, despeina.”

¡No tengas miedo a despeinarte!
Reírte a carcajadas, viajar, volar, correr, meterse en el mar,
quitarte la ropa... todas estas cosas despeinan. Besar a la persona que quieres y jugar, despeina. Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina. Bailar hasta no tener fuerzas y aliento, te deja el pelo irreconocible. Así que discúlpame si me ves con pelos locos.

Sólo quiero ser feliz
Somos todo amor, y necesitamos vivir enamorándonos de la vida, de nosotros mismos y aquellos que están a nuestro lado.

¡Tú vales mucho! 

Dentro de tu gran capacidad de amar está el de amarte a ti mismo, el de entregar de ti mismo para poder amar y ayudar a los demás. Eso es algo que te hace especial como persona y algo que te da un gran valor en los ojos de los demás: tener ojos, amor y bondad para con ellos.

Nada en este mundo merece que tus ojos siempre derramen lágrimas… nada amerita que tu corazón se llene de inquietudes, pues desde el fondo de tu ser tienes que sacar esa fortaleza que Dios te dio desde el instante mismo en que te creó, para bien de la vida… para que camines por el mundo con la frente en alto y sepas afrontar cualquier situación que te lastime.

En tu interior encontrarás la fortaleza, fuerza, esperanza, vida y amor que necesitas… No pierdas nunca el camino, fortalécete de amor, paz, cordura y cuando encuentres el equilibrio en tu ser sabrás qué hermosa es la vida y encontrarás la verdadera felicidad.

Quien vive con alegría es porque lo ha decidido así, pues nadie está exento de problemas. La diferencia está en que algunas personas deciden dejar que el cabello se les despeine y tomarlo con alegría.
Ahora ríe, baila, despéinate y deja que el viento mueva tus cabellos libremente, no vivas con el dolor llenándote el corazón, la vida es y será como tú la quieras.


© 15/09/2012 Autor: Shoshan.
Lee más reflexiones de vida en Reflexiones Shoshan.

lunes, 21 de julio de 2014

Aprovecha las oportunidades que la vida te da, porque una vez las dejamos ir y queremos remediarlo, ya es demasiado tarde.
-Shoshan


Muchas veces por no tomar riesgos dejamos pasar muchas cosas, entre ellas el amor, la familia, e incluso la iglesia; y todo porque ese día no nos apetece, porque tenemos pereza, o no tenemos tiempo…

Siempre existe una razón para dejar pasar las oportunidades que nos concede la vida:

Cuando conoces a una persona que te gusta, pero no lo dices, pensando y esperando que llegue un momento mejor para hablar con aquel ser… pero un día cualquiera te das cuenta que ya no está disponible, le has visto con otra persona y te enojas porque no eres tú quien pasea de su brazo, porque esa persona se ve feliz y tú no. Tuviste la oportunidad y la perdiste, no todas las cosas giran en nuestro torno, todo tiene su tiempo.

Cuando te ofrecen un trabajo pero no te gusta, es muy poco para ti o está lejos de tu casa. No lo piensas y lo dejas pasar, pero te está costando encontrar un trabajo para ti y tus hijos, o simplemente para que puedas vivir por tu cuenta, independientemente. Recorres días completos y nada, no encuentras trabajo; vuelves a lo que ya habías visto, pero la plaza laboral que antes te ofrecieron ya ha sido ocupada. ¿Por qué no lo tomaste? Desde ese trabajo podías haber ampliado tus horizontes y quizás con algo en las manos tendrías una mejor oportunidad para encontrar otras cosas, pero no, has dejado escapar la oportunidad.

Cuando no te sientes bien con algún familiar y te duele mucho que no te reconozcan en nada: Sientes poco cariño y aprecio por parte de la familia, y en tu orgullo dañado no eres capaz de ir y mostrar amor a quien te está tratando mal. No tienes fuerzas para pagar con bien el mal, ¿pero cómo vamos hacer eso? Sería denigrante. Y cuando por fin decides ir a ver tu familia, ya no puedes, ha pasado tanto tiempo que en vez de acercarse a ti se han alejado mucho más porque nunca estabas presente en los eventos importantes de la familia (fallecimientos, cumpleaños, aniversarios, fiestas, etc.) Ya es tarde, nadie está dispuesto a dejarse atropellar por ti, pues estás tan alto que difícilmente ves lo que está por debajo de ti. Has vuelto a dejar pasar la oportunidad de estar con tu familia y ser feliz con ellos.

Cuando tienes algo bueno ante tus ojos, y no la aprecias hasta que falta. Pasas y ves hermosas flores,  el campo te muestra una gran variedad de cosas hermosas que son una bendición para los ojos, pero estás tan sumida en tus pensamientos, tan deprimida, tan amargada, que no te das cuenta de las maravillas que Dios te muestra. La próxima vez que vuelvas al campo las flores ya no estarán, los coloridos campos verdes se vuelve de un solo color, monótono y apagado porque llega el invierno; sólo verás soledad y tristezas en el paisaje y recordarás las veces que pasaste por allí sin pararte a respirar y disfrutar de tanta belleza que Dios había puesto ante tus ojos, has vuelto a dejar pasar la oportunidad.

Cuando tienes hijos, pero tiempo productivo con ellos. Te dedicas tanto tiempo a trabajar, a estar con las amistades, a salir de fiestas y disfrutar la vida, que cuando llegas a casa ya todos duermen, y casi no les ves. Cuando te das cuenta están tan grandes que ya no los puedes controlar. Te has perdido unos buenos años de crecimiento en los que el aprendizaje de los principios morales y de la buena conducta es muy importante, pero se te escapó de las manos. Hoy tus hijos tienen vida propia y te critican todo el tiempo por no haber estado. Has vuelto a dejar escapar la oportunidad de ver a tus hijos moldeados a tu manera.

No dejemos escapar los momentos que Dios nos regala en la vida, toma tu tiempo para todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes escapar las cosas de tus manos. Las oportunidades muchas veces se presentan una sola vez en la vida, y si no tienes la sabiduría de verlo lo habrás perdido todo.

 

Dios nos da muchas oportunidades, pero eso no quiere decir que todo lo que deseemos estará siempre disponible. Así es en la vida, se nos presentan oportunidades y las dejamos ir, y cuando queremos remediarlo ya es demasiado tarde.
 

Autor: Shoshan

 

miércoles, 2 de julio de 2014


Hacer el bien sin mirar a quien





¿Qué es esto de “hacer el bien sin mirar a quién“? Muy fácil, consiste en que al hacer cosas por alguien simplemente las hagamos, sin esperar agradecimientos.

No busquemos reconocimiento y agradecimiento…hagamos lo que ha de hacerse. A su tiempo Dios nos agradecerá todo aquello que hacemos.

Muchas veces la gente que está en nuestro entorno no se da cuenta de lo mucho que hacemos por estar con ellas:

 Tengo una amiga que siempre está en problemas y no se da cuenta que está mal en su forma de actuar. Pese a todo, yo le sigo perdonando. Es triste, pero parece que cada vez que tiene una ocasión de dar gracias, en lugar de hacerlo, siempre sale con una nueva crítica.
Sé que duele mucho, pero en la vida hay personas así, piensan que tienen la razón en todo y no dejan margen para el error.

 Si tenemos un amigo que está viviendo un mal amor, alguien que no le conviene, por todos los medios posibles tratamos de decirle que no está bien lo que hace, pero no hace caso porque no ve más allá de lo que está viviendo... pese a todo, seguimos a su lado pues sabemos que nos necesita.

Cuando somos hijos y ayudamos a nuestros padres, nunca es suficiente: puedes darlo todo pero eso no te hace mejor a sus ojos. Puede que tengas a un hermano que no hace ningún esfuerzo en atender a tus padres, y pese a ello, tus padres parecen apreciarle más que a ti que estás siempre con ellos. Y eso ocurre en todos los ámbitos, no sabemos agradecer lo que se nos da sin condiciones.

A veces tenemos amigos muy posesivos, quieren todo nuestro tiempo para sí mismos, y aunque se lo estés dando siempre te exigen más, y eso es mentalmente agotador, es muy desgastador.

Por eso siempre pienso que 
es bueno ayudar a las personas que nos necesitan, pero evitando abocarse a una sola, porque nos desgata mucho y nunca será suficiente, ni para los amigos, padres, hermanos…
Dios en su infinito amor nos da la capacidad de entregar mucho amor sin esperar nada de nadie, pero eso no quita que sea algo que cansa y agota. 
Puede que sepas lo que es vivir con alguien así, nunca podremos llenar los sacos de estas personas, siempre estarán vacías porque son sacos sin fondo.

Lo único que queda es hacer el bien sin esperar nada a cambio, porque tu premio viene del cielo.
                                                           

El amor de nuestro Señor, que te bendecirá con un lindo hogar, con un buen amor, con buenos amigos… esa será la recompensa de nuestro sacrificio por tratar de satisfacer a todos los que amamos, pero cuando ésta no está preparada es como sembrar en el desierto…

© Autor: Shoshan

lunes, 9 de junio de 2014





Si fuésemos perfectos
no necesitaríamos palabras de ánimo, consejos o amigos.
Me alegro de no serlo y poder enviarte bellas cosas como ésta.
Eso sí parece perfecto.

NO SOY PERFECTO, Y ME ALEGRO DE NO SERLO
Quise imaginar lo que sería mi vida estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amado; teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedor de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos (después de todo, eso es lo que anhelamos y soñamos los seres humanos)...
Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual inmediatamente quise despertar… corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio:

¡Qué bien, no soy perfecto!

Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría solo, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar.

Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclavo del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, viviendo una vida superficial; en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad… prefiero ser pequeño, diferente, estando seguro de que los que me quieren, me conocen en verdad, y mejor aún, solo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.
Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amado, y sería una persona indiferente, y eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amado y los enormes deseos de dar amor... ese es el motor de nuestra existencia.

No soy perfecto y doy gracias por ello,
porque mi imperfección le da sentido a mi vida,
me invita luchar cada día por ser mejor.


Gracias Dios, por mi imperfección,
pon en mí el toque de tu perfección:
"el amor".

martes, 27 de mayo de 2014


El amor te elige a ti

 

Si te encuentras enamorado de una persona que no está enamorada de ti… no te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.

Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tú no le amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.

Si te enamoras de alguien, y esta persona se enamora de ti también, y el amor elige irse… no intentes reclamarlo o culparlo, déjalo ir. Hay una razón y un significado, a su tiempo lo descubrirás.


Recuerda que no eres tú quien elige al amor:
El amor te elige a ti.
Por lo misterioso que es el amor, cuando entra a tu vida,
todo cuanto realmente puedes hacer es aceptarlo.

Siente como el amor te llena hasta derramarse,
y entonces encuentra la manera de compartirlo.


Dale amor a la persona que lo hizo nacer en tu vida. También dale amor quienes sean pobres de espíritu. Dalo al rededor del mundo en todas las formas que puedas, el amor es más grande cuando es compartido.

En esto muchos que aman cometen un gran error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, ven el amor como si únicamente fuese una necesidad. Ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor, y creen que el amor es algo que debe fluir para ellos, y no desde ellos mismos.

Acuérdate de eso, y mantenlo en tu corazón:
el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones,
y sus propias razones para ir y venir.

Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar
o insistir para que el amor se quede.
Cuando llega, sólo puedes abrazarlo,
compartirlo y repartirlo.
 

Pero si el amor elige dejar tu corazón o el de aquel a quien tú amas, no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que debas hacer.

El amor es y siempre será un misterio. Si en algún momento el amor ha entrado en tu vida, alégrate por esos días especiales que viviste. El amor es así de misterioso, mantén tu corazón abierto que seguramente vendrá de nuevo a ti.
 

lunes, 26 de mayo de 2014


¿Conoces las 4 Clases de Perdón?


El perdón es la base de toda sanidad en la mente, conciencia y corazón.

El perdón es la clave de la liberación espiritual.

El perdón es una barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior. Sin perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento y amargura. Comienza  hoy  tu sanidad completa.
Veamos a continuación las 4 clases de perdón que existen.
1. Perdonarse a uno mismo.
Hay situaciones que producen desilusión de nosotros mismos.  Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos denigran y avergüenzan.  Las fallas de esta clase requieren de un auto-perdón.
Sé libre hoy de tus propias fallas. ¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa, propensa a fallar, existe en todos los seres humanos. Perdonarte a ti mismo es aceptar con humildad tu condición real de ser humano. Reconoce que no eres perfecto y comienza a mejorar.
Perdonarte a ti mismo es un acto de humildad. Perdonarte a ti mismo te hará depositar la confianza en Dios para recibir la fortaleza y no volver a fallar. Sé libre hoy perdonándote de todo lo malo que hayas hecho.  Somos perfectibles y estamos en un camino de mejoramiento continuo.
2. Perdonar a otros
Las heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien dijo: “La mejor venganza es el perdón” porque la falta de perdón te auto-esclaviza. Te lastimas a ti mismo cuando no perdonas, mientras que el ofensor no se percata de tus sentimientos. Tu falta de perdón hacia otros te mantiene preso y atado a esa persona. ¡Sé libre perdonando!

¿Te fallaron?
 Bienvenido al planeta tierra.

Este es un mundo con injusticias, con seres humanos que tienen libre albedrío.

Serán libres y felices quienes cruzan la barrera del perdón.

Quienes saben perdonar y olvidar, poseen una virtud suprema. Solo los valientes perdonan. Solo los sabios saben perdonar al prójimo. Solo quién tiene verdadero amor. Tú eliges entre permanecer preso o hallar la libertad.
Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar o lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de perdonar. Esto solo es un rasgo de los seres sabios e inteligentes.
Perdona hoy lo que te hicieron, tú no tienes la culpa. . Confiesa el perdón con tus labios, ¡¡Hazlo Y serás libre por siempre!!
3. Perdonar a Dios
Si, así como lo lees, perdonar a Dios.  Esta es muchas veces una actitud inconsciente.  ¿Acaso Dios se equivoca? No, en absoluto.  Pero nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en algunas ocasiones.
Pensamos que ciertas tragedias e injusticias son una falla de Dios. Pero no es así.  Es que nuestra mente y percepción espiritual son demasiado estrechas como para comprender la magnitud de algunas cosas.
Está claro que en el mundo el desastre lo producen los seres humanos.  Quizás sentiste que Dios se olvidó de ti, o que llegó tarde. Pero en realidad Él estuvo contigo dándote fuerzas en tu día malo. No seamos necios y no echemos culpas a Dios. Cambia tu actitud si estás enojado con Dios. Porque Él quiere lo mejor y jamás quiso nada malo para ti.
4. El Perdón de Dios
Además de fallarnos entre nosotros mismos, también le fallamos muchas veces a Dios.  Él es el creador de todo y juez del universo. Y Dios, a pesar de ser juez, no se complace en juzgar sino en perdonar.  Dios es amor. No tiene amor…
ES AMOR. Por eso Su naturaleza es perdonar las fallas de Sus hijos. No importa lo que hayas hecho, Dios te perdona.





 

Sample text

Sample Text

Sample Text

 
Blogger Templates